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Héroes que valen su peso en oro

La Policía Nacional, en su 200 aniversario, recibe la Mención Especial en los Premios Legado de Grupo Tribuna

Héroes que valen su peso en oro
Grupo de agentes en la Comisaría de las Delicias recibiendo instrucciones previas a la guardia. TRIBUNA
Alejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
Lectura estimada: 6 min.
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De niños soñábamos poder jugar algún día con la camiseta del mejor Club del mundo. Ser famosos, meter muchos goles y ganar mucho dinero eran tres de los factores que deseábamos tener cuando aún no contábamos ni con el uso de la razón. Sin embargo, hay otras personas que, sin ser futbolistas, también han cumplido su sueño: salvar vidas.

Para eso, en primer lugar, te tienes que formar y, en segundo lugar, estar presente en el organigrama de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Entre ellas, cabe la posibilidad de ser un agente de la Policía Nacional, la misma que en este 2024 cumple 200 años desde que, en su momento, ese niño abrió los ojos para ponerse el uniforme, las botas y, de esta forma, poder portar armas con el fin de, al menos, defenderse.

Este mismo niño podría ser, perfectamente, el protagonista de 'Martín, Martín', pero esta vez con la fortuna y destreza de que la realidad haya superado, y con diferencia, a la ciencia ficción. Uno de los ejemplos que MÁS TRIBUNA pone encima de la mesa es Francisco Javier Antolín, subinspector de la Policía Nacional, que coordina una noche de guardia del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) en la comisaría del barrio de Las Delicias, con este medio de testigo.

Antolín tiene, cada noche, a 12 agentes preparados para patrullar las zonas correspondientes que les toque de la ciudad bajo su responsabilidad. Él puede atender cualquier llamada, aviso o alerta que suceda en la ciudad de Valladolid, en este caso. Eso sí, está pendiente, como cada guardia, por si tiene que llegar el primero del resto de su equipo, ya que el suceso puede pillar por cualquier circunstancia a la patrulla lejos del lugar de los hechos. Es consciente de que, si eso ocurre, aunque pueda depender de donde se encuentre en esos momentos, la respuesta de la Policía Nacional es inmediata.

El subinspector, en concreto, controla las zonas donde ha enviado a cada patrulla, que actúa no sin antes informar de lo sucedido a Antolín, que recibe cualquier emergencia en su vehículo e intenta apoyar a la dotación en el lugar que corresponda: "Todas las calles deben estar controladas. Se trabaja de una forma muy coordinada y minuciosa. Ningún indicativo sale de su sector, salvo que se lo pida expresamente el coordinador".

El objetivo es que cada distrito esté vigilado en todo momento, aunque los agentes se releven en cada turno.

LOS INICIOS DE ANTOLÍN

Acostumbrado a ser el responsable de la guardia que le corresponda, Antolín conoce de primera mano que, para llegar hasta donde ha llegado, uno tiene que atravesar un camino lleno de complejidades. "Llevo 30 años en la calle, bueno... 30 largos", recuerda con una sonrisa el subinspector.

"Valladolid ha estado presente durante toda mi trayectoria. También formé parte de las Unidades de Intervención Policial (UIP). He visto hasta lo que una persona no se pueda imaginar", reconoce Antolín. No obstante, pone en valor la "vocación" por encima de todo para velar por la seguridad de las personas, ya que fue un factor que influyó en el momento en el que decidió ser policía. "Yo no vengo a trabajar, yo vengo a disfrutar. La vocación, en mi caso, es fundamental", explica.

LA SENSACIÓN DE PODER AYUDAR A LAS PERSONAS

El subinspector, aunque lleva acumulados a su espalda muchos años en el servicio, sigue sintiendo esa satisfacción cuando sabe que el trabajo está bien hecho. Para él, es "gratificante" cuando resuelve los problemas de los ciudadanos que han pedido el auxilio de la Policía Nacional.

Sin embargo, y en la otra cara de la moneda, también cabe la posibilidad de que no pueda solucionar lo demandado, algo que le "afecta" de manera personal cuando acaba el servicio. "Estás fastidiado porque sabes que no has logrado lo que buscabas", apunta.

EL APOYO DE LA FAMILIA

En esa montaña rusa de emociones están incluidos sus seres queridos. En su caso, de manera muy especial.  Su hijo mayor quiere ser policía, una decisión que adoptó "desde bien pequeño". Tantas son sus ganas de seguir los pasos de su padre, que ya "se está preparando para ello". Antolín le ha aconsejado que, primero, se saque una carrera por si luego "no es el trabajo" de sus sueños.  Por esa razón, en la actualidad, es "ingeniero electrónico", que es a lo que se dedica. Aun así, no tira la toalla. También "está opositando" para que en un futuro pueda velar, como hace su padre cada día, por la seguridad de los ciudadanos.

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UNA NOCHE DE GUARDIA CON LOS ÁNGELES DE LA GUARDA

MÁS TRIBUNA estuvo presente en una guardia de la Policía Nacional de Valladolid

Calle Gerona. Barrio de Las Delicias de Valladolid. 21.30 horas. Empieza el 'breafing', una sesión informativa para poner en marcha el operativo de la noche, que empieza a las 22.00. En ese momento, están a punto de salir las cinco patrullas del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC), divididas en cinco distritos, bajo el mando de nuestro protagonista, Francisco Javier Antolín.

Con una arenga final, los agentes empiezan a recopilar las armas y los diferentes componentes que llevan consigo. Una escopeta, por ejemplo, viajará con cada patrulla, y las denominadas pistolas táser, en este caso dos, están en manos de los únicos agentes que, de momento, las pueden emplear al haber superado el curso para su empeño.

Mientras explica el modus operandi de cada guardia, los agentes empiezan a recibir las primeras alertas de la noche. Una de ellas, por ejemplo, se sitúa en la calle Pelícano donde, por el "olfato policial" de Antolín, dan el alto a un vehículo en el que estaba de copiloto una mujer que había quebrantado una orden de alejamiento. "Al estar a unos metros inadecuados, hemos procedido a su detención. Lo que ha dictado un juez, en estos momentos, no lo está cumpliendo", indica.

La última de la noche llega desde el barrio de La Pilarica. Al parecer, dos jóvenes estaban robando en el interior del bar El Portillano, que se estaba reformando antes de su reapertura. Es la patrulla que controla la zona la que primero llega al lugar de los hechos, donde detienen a los dos responsables. "Nos han avisado de que estaban robando en este establecimiento. Un indicativo estaba muy próximo y les han bloqueado la salida. A partir de ese momento, hemos entrado otras tres dotaciones y hemos procedido a su detención por un delito de robo con fuerza", explica.

Ya llegadas las 07.00 horas, Antolín repasa las intervenciones de los 12 agentes agradeciendo el "esfuerzo" a estos últimos en una noche diferente porque han contado con testigos, los mismos que han presenciado cómo unos agentes afrontan y actúan en una guardia solo con la única premisa de mejorar la calidad de vida de los vallisoletanos, que siguen estando en buenas manos.

INICIATIVA EN FORMA DE EXPOSICIÓN

La Policía Nacional inauguró una exposición con varias fotografías que repasaron los 200 años de historia gracias a la aportación de varios medios de comunicación, entre los que destaca TRIBUNA GRUPO. También se ensalza en la muestra una carga policial en 1985 contra los estudiantes que se manifestaban delante del Rectorado de la Universidad de Valladolid (palacio de Santa Cruz), con motivo de la aprobación de los nuevos estatutos de la institución académica para adaptarlos a los nuevos tiempos de libertad.

Patrullajes nocturnos, conducciones de delincuentes, redadas contra el narcotráfico y vigilancias especiales como la última durante los 38º Premios Goya ilustran numerosas fotografías donde también figuran varias sobre el recibimiento, de familiares y compañeros, a los agentes de la Comisaría de Parquesol que reforzaron la vigilancia en Barcelona durante los actos violentos de octubre de 2017.

La exposición se pudo ver en la sala de San Benito hasta el 21 de marzo antes de recorrer varios centros cívicos como el de Zona Este, José María Luelmo, Esgueva, y Canal de Castilla.

RECONOCIMIENTOS MERECIDOS

Son muchos los premios que ha obtenido la Policía Nacional a raíz de haber cumplido 200 años de historia. Por ejemplo, por parte de la propia Policía Municipal, en su día más especial, o del Ayuntamiento de Valladolid con la medalla de oro de la ciudad en un acto donde TRIBUNA GRUPO recibió una distinción por su labor informativa. En 2024 añade a la lista de reconocimientos la Mención Especial de los Premios Legado de TRIBUNA.