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El agua de Rollán deja de ser potable por exceso de nitratos

Las autoridades colocan un depósito para suministrar agua a los vecinos, ya que los niveles de nitratos pueden tardar entre 2 y 4 semanas en volver a la normalidad

El agua de Rollán deja de ser potable por exceso de nitratos
Consistorio e iglesia de Rollán. (Foto: G. Maps)
Daniel Bajo Peña
Daniel Bajo Peña
Lectura estimada: 2 min.

El suministro de agua potable de Rollán, en la comarca de Ledesma, no es apto para el consumo humano ni tampoco para cocinar, sino únicamente para el aseo. El alcalde, Leonardo Bernal, firmaba este miércoles un bando municipal en el que advertía a sus vecinos sobre la situación del pueblo: "desde el servicio de Medio Ambiente de la Diputación de Salamanca nos comunican que el agua de la red de abastecimiento domiciliario no es apta para el consumo humano, no puede utilizarse para beber ni para cocinar". El regidor explica que la Diputación contactó ayer con ellos en torno a las 12:30 y que inmediatamente difundieron la información entre sus vecinos.

El motivo, continúa el documento, es que "según el último análisis realizado en el depósito de Calzada de D. Diego, el agua tiene exceso de nitratos". Bernal añade que el pueblo ha padecido en otras ocasiones problemas de sequía, pero nunca de potabilidad del agua, al menos mientras él ha portado el bastón de mando de Rollán. Según le trasladaron los técnicos de la Diputación de Salamanca, la única solución es esperar hasta que los nitratos desciendan a niveles aptos para el consumo.

Para remediar la situación en la medida de lo posible "se instalará un depósito de agua potable para garantizar el suministro a la población hasta que se resuelva el problema". El citado depósito se ha colocado hoy jueves, con horario de atención de 10:00 a 12:00 horas. Tiene sólo 2.000 litros de capacidad, pero "es lo que la Diputación nos ha facilitado".

El primer edil pide paciencia a sus vecinos, porque los nitratos no bajarán de la noche a la mañana: "no será inmediato" y de hecho puede tardar entre dos semanas y un mes. La solución, añade, no depende del Ayuntamiento ni de ninguna otra administración, así que no hay más remedio que esperar.