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El misterio de las 10 llaves que abren el sepulcro de Santa Teresa

Los restos de la Santa reposan en una caja de plata. Para llegar a ellos hay que emplear 10 llaves guardadas por los Carmelitas, la Casa de Alba y la Casa Real

El misterio de las 10 llaves que abren el sepulcro de Santa Teresa
Camarín de Santa Teresa, con la reja de hierro que protege el arca de mármol. (Foto: OCD Ibérica)
Daniel Bajo Peña
Daniel Bajo Peña
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La Orden del Carmelo Descalzo anunció ayer su intención de abrir la urna que contiene los restos de Santa Teresa de Jesús, en Alba de Tormes, para "hacer un estudio serio" del cuerpo. 

Ha pasado más de un siglo -110 años, para ser precisos- desde la última vez que se descorrieron los cerrojos alrededor de la urna y que se levantó la tapa de la caja de plata donde se guardan las reliquias.Por ahora sólo se sabe el nombre del experto que las analizará y que los trabajos comenzarán después del verano, pero conforme se acerquen los meses de estío se aportarán más detalles.

Una de las curiosidades en torno a la ceremonia de apertura recae en que hacen faltan 10 llaves distintas para sacar los restos de la urna en la que descansan. Con tres se abre la reja exterior del camarín, con otras tres la tapa de bronce sobre el arca de mármol y con las cuatro restantes el arca interior de plata.

Sepulcro de Santa Teresa.

Desde la Orden del Carmelo Descalzo explican que en el siglo XVII se ideó un sistema de "protección compartida sobre el sepulcro" para evitar que nadie expoliase los restos. Para abrir la urna hace falta el permiso vaticano y juntar las 10 llaves que "ordinariamente se confían a personas o entidades, civiles y religiosas, que representen de alguna forma a las partes interesadas".

 

 

Quién tiene las llaves

 

Las llaves están agrupadas en juegos de tres, más una independiente. El primer juego está en poder de la priora de las Carmelitas de Alba de Tormes; el segundo está custodiado por el Padre General de los Carmelitas Descalzos en Roma (Orden del Carmen Descalzo) y el tercero, por la Casa de Alba, que hace algunos años lo depositó en el palacio de Monterrey de Salamanca. La décima llave pertenece a la Casa Real. 

Además, cada uno de los 'guardianes', excepto la Casa Real, tiene una sola llave de cada sección del sepulcro (la reja, la tapa de mármol y el arca de plata). En teoría, nadie podría abrir la tumba -al menos por las buenas- sin contar con el visto bueno del resto de depositarios. 

Aunque la solución de las 10 llaves era muy apropiada en el siglo XVII, desde la orden de los Carmelitas explican que "de algunas llaves -por precaución- la comunidad carmelita albense -con muy buen criterio, y ya desde antiguo- se haya procurado copia para evitar problemas en caso de pérdida o desaparición y así no hubiera que forzar el sepulcro para poder abrirlo".

Así, es posible que en 2024 no haga falta traer las llaves guardadas en Roma o en el palacio de Monterrey para abrir la tumba de la Santa, pero el halo de misterio en torno al sepulcro no se lo quita nadie.