"No es un curso, es una oportunidad": cómo la USAL acompaña a sus estudiantes en su salto al mundo laboral

Mentees y mentores coinciden en el valor transformador del programa Mentoring, una iniciativa que une experiencia, guía y crecimiento personal

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"No es un curso, es una oportunidad": cómo la USAL acompaña a sus estudiantes en su salto al mundo laboral
Cartel del programa Mentoring de la USAL (Foto: USAL)
El autor esIsabel Andrés Rodríguez
Isabel Andrés Rodríguez
Lectura estimada: 7 min.

Servir de puente entre la universidad y el mundo laboral, contribuir al desarrollo personal y profesional y proporcionar apoyo y orientación a los estudiantes es el objetivo del Programa Mentoring Universidad de Salamanca, una iniciativa impulsada por Alumni-USAL y el Servicio de Inserción Profesional, Prácticas y Empleo en el que antiguos alumnos y profesionales trabajan para orientar y ayudar a estudiantes en su llegada al mercado de trabajo.

"La experiencia ha sido muy enriquecedora, tanto a nivel profesional como personal. He mejorado mis habilidades, mi mentalidad, tengo objetivos más claros y una estrategia a seguir", asegura Antonio Fadón, uno de los estudiantes mentees del pasado curso. "Podría definir mi experiencia en este programa como interesante. Me ha permitido conocer a una mentora maravillosa que ha compartido conmigo su experiencia y su sabiduría en el campo laboral", añade Giovanna Carvalho.

Este programa se puso en marcha para "proporcionar apoyo y orientación a los estudiantes que se encuentran en la fase final de sus estudios de grado. Este programa no solo busca facilitar la transición de los estudiantes al mundo laboral, sino que también pretende fortalecer su formación y desarrollo profesional y personal", aseguran desde la USAL. Por ello, está destinado a estudiantes de último curso de todas las facultades del Estudio salmantino.

Durante las mentorías, los mentores, antiguos alumnos y profesionales con experiencia en diversos campos laborales, ofrecen a los mentees su conocimiento, asesoramiento y red de contactos, para darles orientación y apoyo en su camino académico y profesional. 

"En ese momento me estaba preparando para buscar una oportunidad laboral en mi nicho y quería saber más información sobre cómo hacerlo de la mejor manera. La mentora fue de gran consejo para mí y, además, me ayudó a tener ideas como a qué empresas contactar, qué estrategias nos podemos plantear en la traducción, etc. Creo que me ha aportado varias ideas y buenos ejemplos a seguir", explica Giovanna Carvalho.

Y es que estas mentorías pretenden servir a los estudiantes para crear estrategias para hacer más fácil su salida al mercado laboral. "Considero que realmente he creado una estrategia o plan de futuro para afrontar la salida al mercado laboral, además de una mentalidad adecuada y un referente en el cual fijarme para enfrentar las primeras frustraciones laborales. Por ejemplo, cuando realicé mi primera entrevista de trabajo en una entidad bancaria, no fui seleccionado. Sin embargo, recordé que mi mentor con mi edad le ocurrió exactamente lo mismo, permitiendo canalizar esa frustración mejor. Con ello, quiero demostrar la importancia de tener un referente con vivencias comunes", cuenta a TRIBUNA Antonio Fadón.

Clausura del programa Mentoring del pasado curso (Foto: USAL)

Durante la duración del programa, mentees y mentores generan una relación personal que les permite personalizar las mentorías y mejorar la experiencia de los participantes. "Desde el primer momento, mi mentor, Benito, me permitió y me dio plena libertad para elegir los temas a tratar, cualquier duda que tuviera o aspecto relacionado con las habilidades, él las preparaba para guiar las siguientes reuniones; y así fue. Periódicamente nos reuníamos para tratar los temas que le iba proponiendo. Actualmente, considero que esta dinámica fue la indicada, ya que podía cuestionar o enfocar temas sin un guion marcado, temas que
verdaderamente me preocupaban, o que en ese momento en concreto necesitaba consultar. En este sentido, me centré tanto en mejorar las habilidades blandas, como la negociación, la comunicación, la gestión de personas, entre otras. Así como aspectos que fueran más allá de lo meramente profesional. Sin duda su ayuda fue espectacular, mejoré como profesional y persona; entendí
realmente a qué se dedica un directivo y qué habilidades se necesitan para ser un mejor profesional, comprendí la importancia de colaborar y no competir, los diferentes éxitos, y, sobre todo, la búsqueda del equilibrio en la vida", cuenta Antonio Fadón.

Por ello, los mentees coinciden en señalar si les ha servido para afrontar de otra forma la salida de la Universidad y el acceso
al mercado laboral: "Sí, sin duda", aseguran. Y también coinciden en recomendar esta experiencia a otros jóvenes estudiantes, ya que "siempre es positivo tener una guía de algún profesional del sector al que quieres entrar", según explica Giovanna Carvalho, mientras que para Antonio Fadón este programa "optimiza tu salida al mercado laboral; no es un curso, es una oportunidad para prepararse y encontrar respuestas a lo que viene tras finalizar la universidad. Con compromiso por ambas partes, el mentor y el mentee pueden aprender y cambiar su punto de vista, bidireccionalmente".

MENTORES

Del otro lado, los mentores, profesionales que comparten su experiencia y su visión con los jóvenes estudiantes, viven también el programa como algo enriquecedor. "Ha sido algo increíble. Como mentor he tenido la oportunidad de acompañar en la búsqueda de respuesta a los retos y preguntas de mi mentee. Los mentores del Programa somos cartógrafos del potencial humano, no es solo iluminar el camino sino también inspirar en el viaje, transformando la aspiración en logro y los obstáculos en escalones hacia la excelencia. Nuestra misión como mentores consiste en animar y alentar a nuestros mentees a ser mejores personas y mejores profesionales", ha asegurado Luis Ángel Martínez, uno de los mentores del pasado año.

Los motivos por los que los profesionales se animan a ser mentores son muy diversos e incluyen cuestiones como las ganas de ayudar a los demás o cambiar su propia visión de la profesión. "Siento una gran vocación por ayudar a los demás en el desarrollo personal y profesional. Para mí es una forma de devolver a la Universidad de Salamanca la formación que me dió y que me permitió acceder al mercado laboral. Pienso que ser mentor no sólo beneficia al mentee sino que es una oportunidad para crecer y aprender a través de la interacción con otras personas que te aportan otra visión y perspectivas diferentes. Además de todo esto, pertenezco a la Junta Directiva de Alumni desde la que parte el Programa de Mentoring y participar directamente en el programa permite poder apoyarlo y mejorarlo en todo lo que sea posible para esta y futuras ediciones", ha asegurado Luis Ángel Martínez.

Por su parte, María Santamartina, también mentora durante el pasado curso, reconoce que "desde siempre he tenido una pasión por la enseñanza y por ayudar a los demás, especialmente cuando se trata de mi área profesional. La figura del mentor fue algo que me faltó en mi propia trayectoria y lo eché mucho de menos. Si hubiera tenido a alguien que me orientara, seguramente me habría ahorrado algunos tropiezos. Creo firmemente que debemos apoyar a los jóvenes que están a punto de ingresar al mundo laboral, ya que con frecuencia se sienten perdidos o temerosos ante esa transición a la 'edad adulta', como me comentó el año pasado un estudiante de último curso. Me siento muy orgullosa de ser mentora en la Universidad de Salamanca y no dudé en aceptar la propuesta en cuanto me lo propusieron".

Y es que ambos consideran que este tipo de mentorías son fundamentales para que los alumnos realicen con éxito la transición de la universidad al mercado laboral. "Ayudan a adquirir habilidades específicas que son muy valoradas en los entornos de trabajo. Ofrecen al mentee una realimentación honesta sobre su desempeño y áreas de mejora que le ayudarán a conseguir una mayor confianza acceso al mercado laboral. Contar con un mentor es algo a lo que pocos estudiantes pueden acceder", apunta Martínez; mientras que para Santamartina "las mentorías son extremadamente valiosas. Al concluir la universidad, la única experiencia directa que suelen tener los estudiantes con el mercado laboral son las prácticas, las cuales a menudo son insuficientes para brindarles una visión clara de lo que les espera. En muchas ocasiones, ni siquiera realizan una entrevista. Nosotros les ayudamos a que se formulen preguntas que no habían considerado antes. Nos enfocamos en analizar sus miedos, expectativas y aspiraciones. Trabajamos en aspectos como las entrevistas de trabajo, la investigación sobre empresas y diferentes áreas, así como en alternativas de formación posgrado. Además, nos dedicamos a fortalecer su autoestima y brindarles el apoyo necesario para enfrentar sus inseguridades y dudas".

Pero, no son solo los alumnos los que aprenden con esta experiencia, también los mentores sienten que esta experiencie les cambia y les enriquece. "Sentir que he tenido un impacto positivo en una persona es una experiencia muy enriquecedora. Me ha permitido mantenerme al día con las tendencias y desafíos actuales así como estar cercano a la forma de pensar y actuar de nuestro talento joven", dice Martínez.

Por ello, ambos recomiendan sin ninguna duda esta experiencia a otros profesionales. "Ser mentor del Programa de Mentoring de la Universidad de Salamanca es un gran privilegio", asegura Luis Ángel Martínez, mientras que María Santamartina explica que "es curioso porque los mentees a menudo nos agradecen el tiempo que les dedicamos, pero no se dan cuenta de que también nosotros nos enriquecemos enormemente. La sensación de haberles ayudado, de haber sido su apoyo en momentos de incertidumbre, es verdaderamente gratificante".

Durante este curso 2024-2025, 25 alumnos de último curso pertenecientes a las facultades de Biología, Traducción y Documentación, Derecho, Educación, Filología, Economía y Empresa, Ciencias, Farmacia, Ciencias Sociales, y Psicología participan en el programa. En esta segunda edición han sido más de 100 las solicitudes enviadas por estudiantes de 38 titulaciones diferentes para participar.

Para la USAL, este programa es una ayuda que permitirá a sus estudiantes "triunfar en esta etapa crucial de su vida, la de la búsqueda de empleo, así como en el desarrollo de su actividad profesional en el futuro".

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