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El libro de una psicóloga salmantina para atender las emociones: "Necesitamos una vida más 'offline'"

Luisa Cofrades presenta su libro 'Supervivencia Emocional' con el que pretende que la psicoterapia "no" se convierta en un artículo de lujo y "todo el mundo" pueda atender sus emociones

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Tamara Navarro
Tamara Navarro
Lectura estimada: 3 min.
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"El mejor regalo que nos podemos hacer es mirarnos hacia adentro", son la profundas palabras de la psicóloga salmantina, Luisa Cofrades durante la presentación de su primer libro 'Supervivencia Emocional. Una ventana para la sensibilidad'.

Vivimos en un mundo acelerado, esclavo de las prisas y la velocidad, que nos transmite una sensación de estrés y desasosiego. Este ritmo frenético junto a las tareas y obligaciones diarias nos exige enfocar nuestra atención hacia el exterior para evitar que se nos escape algo, pero a su vez nos aleja de nosotros.

Es casi imposible reservar unos instantes para mirarnos por dentro, para volcar los ojos hacia el interior y preguntarnos cómo estamos. Ahora bien, ¿es realmente posible? ¿Es posible aprender a conectar con nosotros mismos? La respuesta es sí.

Cofrades asegura que la pandemia de coronavirus ha hecho "que atendamos la salud mental". Según datos de la OMS, la depresión y la ansiedad aumentaron un 25% en el primer año del Covid.

A partir de ese momento, "la mayoría de los jóvenes comenzaron a reconocer que sufren problemas de salud mental", fue "una ventana de oportunidad para mirarnos a nosotros mismos y escuchar nuestras necesidades, preocupaciones y anhelos". 

 

 

 

"La mascarilla nos tapaba la nariz y la boca, pero nos destapaba nuestros más grandes miedos"

 

Según la experiencia clínica de esta psicóloga las consultas se han disparado, llegando a tener lista de espera, sobre todo, de gente entre los 15 a 25 años: "se une con la adolescencia y todas las incertidumbres que a nivel evolutivo ya tenemos y que el exterior no nos ayuda".

"La mascarilla nos tapaba la nariz y la boca, pero nos destapaba nuestros más grandes miedos y anhelos". Por ello, reconoce que "hay una gran necesidad de crear más ayudas y echar una mirada a la salud mental de la población".

Pero, ¿estamos contentos? ¿Con quién salimos? ¿Qué decisiones estamos tomando? ¿Cómo estamos utilizando las redes sociales? Todas estas preguntas que nos hacemos vienen casi siempre envueltas con la incertidumbre, "vivimos en una continua supervivencia emocional".

Hay que diferenciar entre los problemas de la vida cotidiana y lo que nos lleva a un trastorno mental"Los jóvenes llegan desbordados... nosotros tenemos que ser capaces de hacer un diagnóstico diferencial y saber en qué momento podemos ayudarles a gestionar esa emoción, que sepan de alguna manera enfadarse adecuadamente, que reconozcan sus miedos, que atiendan su tristeza sin que se apodere de ellos...". 

A veces esto se desborda y es ahí "donde puede entrar la ayuda psicológica, pero es muy importante ser cautos en el diagnóstico ya que en ocasiones se abusa de la ayuda química. Hay que diferenciar lo emocional de lo orgánico". "La gente quiere calmar el malestar interno y cada quién lo calma como puede".

Pero no todo el mundo puede permitirse el acceso a estas consultas, hay quién tiene recursos, pero, ¿qué hacen los que no los tienen? "Para que la psicoterapia no se convierta en un artículo de lujo y que todo el mundo pueda atender sus emociones nace la iniciativa de escribir este libro". 

"Es un viaje sobre las emociones. Con una hoja de ruta pasamos de las más desagradables a las más agradables". Este 'manual' "está lleno de textos y de aportaciones de mis pacientes, evidentemente con datos cambiados y plena autorización, ejemplificando como es un proceso terapéutico y cómo se llega a espacios más seguros y amables cuando somos capaces de integrar todas las vicisitudes de la vida".  

 

 

 

"Hay miedos que nos dejan paralizados, pero si pasamos el túnel negro podremos ver la salida"

 

Y es que "para poder salir hay que atrevernos a entrar. Hay miedos que nos dejan paralizados, pero si pasamos el túnel negro podremos ver la salida. Merecemos espacios más amables. Las llamadas noches oscuras son las que nos llevan a mirarnos. El coronavirus nos ha hecho preguntarnos qué es lo que queremos, ha sido una ventana maravillosa de oportunidades para reinventarnos cada día"

Finalmente, Cofrades aconseja "conectarnos". "Deberíamos hacer conexiones de calidad que es realmente lo que emociona a los seres humanos. Mirarnos a los ojos, preocuparnos, establecer vínculos que nos hagan sentir conectados con la tierra. Necesitamos una vida más 'offline' y menos 'online'". 

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