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87 años del 'vencer no es convencer': el enfrentamiento visto según los ojos del profesor Ignacio Serrano
Un documento que custodia la Casa-Museo Unamuno de la USAL recoge las impresiones de este docente sobre lo sucedido en el Paraninfo: "fue imprudente e inoportuno"
Tal día como hoy hace ya 87 años, un 12 de octubre de 1936, el Paraninfo de la Universidad de Salamanca fue el escenario de uno de los episodios más conocidos de la vida de Miguel de Unamuno. Un momento en el que pronunció una frase que ha pasado a los anales de la historia: "Vencer no es convencer", dijo el que fuera rector de la Universidad de Salamanca en un acto cargado de simbolismo ante el militar Millán Astray.
Un enfrentamiento entre ambos del que muchos han hablado, aunque contaba con muchas sombras debido a que la prensa de la época apenas recogió nada. Sin embargo, las palabras de ambos, con frases consideradas lapidarias por algunos, ha sido objeto de estudio e interpretación por parte de muchos.
Muchas han sido las versiones dadas sobre este acontecimiento, pero lo cierto es que, poco a poco, se va conociendo más de lo que realmente pasó aquel 12 de octubre en el Paraninfo de la USAL.
Y es que, hace no hace mucho se descubrió un nuevo documento que arroja luz a lo ocurrido en Salamanca hace ahora ya 87 años. Se trata de unas notas tomadas por el profesor de la Universidad de Salamanca, entonces catedrático de Derecho, Ignacio Serrano, que estuvo presente en el acto. Estas anotaciones fueron encontradas por su hijo tras su fallecimiento y hoy las custodia la Casa-Museo Unamuno del Estudio salmantino.
Este documento ahora ha sido digitalizado en alta resolución para formar parte de la exposición virtual creada por la Casa-Museo Unamuno y Google Arts&Culture. En él, el profesor Serrano cuenta que el que fuera rector tomó la palabra después de los discursos oficiales previstos para el acto para asegurar, entre otras cosas, que "hay que darse cuenta que vencer no es convencer y que el último término eso que se llama la anti España (idea esta superficial) también es España". Un discurso que, según Ignacio Serrano, produjo "impresión e indignación".
Tras las palabras de Unamuno fue Millán Astray quien tomó la palabra en "términos enérgicos" para acabar con "varios vivas y mueras, entre ellos un abajo la intelectualidad".
En consideración de este profesor y testigo de lo ocurrido, "Unamuno fue imprudente e inoportuno y al final antipatriota, pero no todo lo que dijo es censurable, unas cosas porque son verdad (el público que presencia los fusilamientos) y otras porque son materia opinable (lo de vencer no es convencer y lo de que hay una unidad en la ramplonería)". Por su parte, el militar "estuvo bien pero fue más lejos de lo debido en cuanto afirmó que ciertos profesores morirán. Estas afirmaciones viniendo de quien vienen y dichas delante de un público juvenil excitado a seguir ese camino pueden ser peligrosas".
Esta es la transcripción completa de las anotaciones del profesor Serrano que puede consultarse a través de Google Arts&Culture:
"Después de un acto magnífico por los discursos de Maldonado y Pemán (los de Ramos y P. Beltrán de Heredia resultaron menos vibrantes) tomó la palabra D. Miguel de Unamuno para decir que él era vasco por los cuatro costados y que había venido a Castilla a enseñar el castellano. Que era preciso suponer una paz porque lo mismo que las mujeres rojas alardean de todos los crímenes y maldades, hay también quienes se regodean entre nosotros con el espectáculo de los fusilamientos.
Hay que darse cuenta que vencer no es convencer y que en el último término eso que se llama la anti España (idea esta superficial) también es España y advierte contra el riesgo de caer en una unidad en la ramplonería.
Que también era español el filipino Rizal que se despidió de la vida con unas palabras en español.
Las palabras de Unamuno produjeron impresión e indignación. Íscar hizo un gesto como diciendo ya va a estropearlo y Unamuno dijo: ah sí sí, sé lo qué me digo!
Al terminar Unamuno el general Millán Astray preguntó si podía hablar y aquel dijo: ¿Entonces va a hablar todo el mundo?. No obstante habló en términos enérgicos diciendo que los catalanistas morirán y los que pretendan enseñar teorías averiadas morirán también. Terminó con varios vivas y mueras, entre ellos un abajo la intelectualidad (el adjetivo no se oyó ni el pueblo lo quiso oír; le bastaba lo que había entendido). Después dio vivas a Franco.
Unamuno llevaba guion escrito de sus palabras y lo consultaba para no decir más de lo que había pensado. De Millán Astray me cabe la duda de si llevaba el propósito de hablar porque cuando empezó un legionario que estaba a su lado le dio un vaso de agua.
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Unamuno fue imprudente e inoportuno y al final antipatriota pero no todo lo que dijo es censurable, unas cosas porque son verdad (el público que presencia los fusilamientos) y otras porque son materia opinable (lo de vencer no es convencer y lo de que hay una unidad en la ramplonería). La afirmación de que era vasco también podría pasar a pesar de ser inoportuna.
En cambio es francamente inadmisible la última parte de su discurso, la referente a que la anti España es España también y la alusión a Rizal.
Millán Astray estuvo bien pero fue más lejos de lo debido en cuanto afirmó que ciertos profesores morirán. Estas afirmaciones viniendo de quien vienen y dichas delante de un público juvenil excitado a seguir ese camino pueden ser peligrosas.
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Me dicen que el Casino lo ha expulsado de su seno y que en cambio por ahora no habrá destitución del cargo de Rector".
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