El portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, ha asumido este jueves la "preocupación" que supone para la Comunidad la merma de nacimientos notificada ayer por el INE, con una caída del 4,22 por ciento respecto a los siete primeros meses del pasado año, por lo que ha anunciado la intención de prorrogar en 2024 medidas de apoyo a la natalidad como el llamado 'cheque bebé'.

Un total de 7.161 niños nacieron hasta julio en Castilla y León, que suponen 316 menos que en el mismo periodo del 2022 y 1.244 menos que en el mismo periodo del 2019, antes de la pandemia, según los datos del INE, que refleja que en España el descenso de los nacimientos fue del 2,88%.

Preguntado por estos datos en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Carriedo ha indicado que, pese a que en el caso del saldo migratorio la Comunidad acumula años positivos, en los que llegan más personas de las que se van, el hecho es que el saldo vegetativo entre nacimientos y fallecimientos es perjudicial para la evolución demográfica de este territorio.

"Por eso es tan necesario poner en marcha políticas de apoyo a la familia y de apoyo a la natalidad", ha resumido el portavoz, quien ha defendido el tratamiento fiscal y en forma de ayudas que el Ejecutivo presta a las familias como fórmula para frenar esa dinámica de descenso poblacional.

4.721 CHEQUES DE NACIMIENTO

Sobre el 'cheque bebé', ha detallado que hasta agosto han sido concedidos 4.721 bonos por importe de 7,8 millones de euros, aunque ha matizado que las familias que tuvieron un bebé en agosto pueden esperar hasta tres meses para solicitar la ayuda.

Desde el pasado febrero las familias de Castilla y León pueden optar al bono por hijo nacido o adoptado entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de este año, con hasta 2.500 euros en función de la renta y número vástagos, y el doble en casos de discapacidad, que se articula en una tarjeta prepago para adquirir en comercios de la Comunidad productos básicos de higiene y alimentación infantil.

La Junta calculó que estas ayudas podrían llegar a beneficiar a entre 14.000 y 15.000 familias este año, con una previsión de desembolso público de casi 18 millones de euros para el ejercicio 2023 y otros 1,6 millones para los meses de 2024 en los que se irán abonando las ayudas de los nacidos en los últimos meses del año.

Una vez solicitada la tarjeta la reciben automáticamente a nombre de quien la haya pedido en el plazo aproximado de una semana e incluye la mitad de la ayuda a la que se tenga derecho y la otra mitad se le abonará transcurridos seis meses.

Las ayudas oscilan en función de la renta y tamaño de la familia: para rentas de hasta 40.000 euros serán 1.500 euros por el primer hijo, 2.000 por el segundo y 2.500 por el tercero y siguientes; para rentas entre 40.000 y 60.000 euros, 1.000 euros el primero, 1.500 el segundo y 2.000 el tercer o siguientes; y a partir de 60.000 euros, 500 el primero, 1.000 el segundo, y 1.500 el tercero o más. Estas cuantías se duplicarán en el supuesto de discapacidad del menor