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El grupo Wagner es una compañía militar privada creada por el empresario ruso Yevgueni Prigozhin. Pese a que estas formaciones están prohibidas por la legislación del país, mediada la invasión de Ucrania, se convirtió en el principal destacamento de asalto de las fuerzas rusas que combaten en suelo ucraniano.
Aunque que no hay cifras verificables sobre su número de efectivos, algunas publicaciones occidentales señalan que cuenta con más de 50.000 hombres y todo tipo de armamento.
Los mercenarios del Grupo Wagner, que se llama a sí mismo 'La orquesta' y a sus integrantes, 'músicos', según Prigozhin, son "héroes que defendieron al pueblo sirio y a otros pueblos de países árabes, africanos y latinoamericanos desvalidos, y se convirtieron en uno de los pilares de nuestra patria". Otras voces, sin embargo, critican a este grupo de mercenarios y les acusan incluso de crímenes de guerra.
En septiembre del año pasado, después de querellarse en varias ocasiones contra quienes lo vinculaban al Grupo Wagner, el empresario admitió finalmente que era él quien lo había fundado.
"En 2014, cuando comenzó el genocidio de la población rusa del Donbás (?) yo, como muchos hombres de negocios, iba a los polígonos donde se reunían ?cosacos? e intentaba con dinero reunir un grupo que viajara a defender a los rusos", reveló el empresario en un comentario publicado en la red social VKontakte.
Sin embargo, según sus palabras, muy pronto se percató de que la mitad de los 'cosacos' y los paramilitares eran unos estafadores y de que los que recibían el dinero, contrataban voluntarios a los que enviaban sin equipamiento a una muerte segura.
"Entonces fui a uno de los polígonos y me ocupé yo mismo de ello. Yo mismo limpié armas viejas, vi el tema de los chalecos antibalas y encontré especialistas que me ayudaron. En ese momento, el 1 de mayo de 2014, nació el grupo de patriotas que más tarde recibió el nombre de Grupo Wagne", detalló Prigozhin.
El empresario, oriundo de San Petersburgo, es apodado el 'chef de (Vladímir) Putin' debido a su proximidad con el presidente ruso (ahora quebrada) y sus negocios de restauración, que montó después de salir indultado de prisión en 1990, donde pasó casi diez años por diversos delitos.
Según una investigación del encarcelado líder opositor ruso Alexéi Navalni, Prigozhin, que empezó vendiendo perritos calientes en puestos callejeros, habría logrado contratos estatales por valor de al menos 2.500 millones de euros, entre ellos, uno para distribuir comida al Ejército ruso.
Estados Unidos sancionó a este oligarca por su papel en la campaña de injerencia y desinformación, especialmente contra la candidata demócrata Hillary Clinton, en las elecciones presidenciales de 2016, que ganó el republicano Donald Trump.
La invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 puso al Grupo Wagner y, en particular a su fundador, en un primer plano, desplazando incluso al líder de Chechenia, Ramzán Kadírov, del papel de dirigente más entregado a la causa del Kremlin.
Prigozhin reclutó para combatir en el frente a miles de presos, unos 50.000, según él mismo reconoció a finales de mayo en una entrevista. "O una compañía militar privada y presos o vuestros hijos", respondió el fundador del Grupo Wagner a las críticas por el envío de prisioneros a combatir en Ucrania.
A cambio a los seis meses, los mercenarios condenados recibían el indulto y regresaban a casa.
El pasado 18 de junio, el jefe del Grupo anunció que un total de 32.000 expresidiarios rusos habían concluido sus contratos con la formación paramilitar y han vuelto a sus hogares.
Todos intervinieron en la operación militar especial en el territorio de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
El grupo paramiltiar Wagner, punta de lanza de la ofensiva rusa en el este ucraniano, anunció la toma de Bajmut, estratégico nudo de comunicaciones en la zona, el pasado mes de mayo, tras diez meses de intensos combates.
Concluida la misión, cedieron oficialmente el control de la ciudad a las tropas regulares rusas, no sin antes lanzar una pulla a la jefatura militar en Moscú, a la que Prigozhin ha fustigado e incluso insultado en los últimos meses, al denunciar la falta de medios y apoyo logístico en el frente.
Por la captura de la ciudad, los mercenarios han pagado un alto precio: 16.000 muertos, 10.000 de ellos presidiarios reclutados, de acuerdo con sus propios números.
El cambio de guardia ha traído consigo una disminución de los combates cuerpo a cuerpo y la intensificación del uso de la artillería y la aviación contra las fuerzas ucranianas.
También ha propiciado la irrupción en el escenario de la guerra de otra unidad que ya hace frente a la contraofensiva ucrania en el este y sur del país: la unidad especial Ajmat, enviada por el líder de la república rusa de Chechenia, Ramzán Kadírov.
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