El incendio de Las Hurdes, complicado en Extremadura y Salamanca: evolución "muy desfavorable"

El incendio de Ladrillar, en la comarca cacereña de Las Hurdes, continúa activo y en nivel 2 de peligrosidad, con una evolución "muy desfavorable" en su flanco oeste, donde linda con la provincia de Salamanca.

Así lo indican fuentes de la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio de Extremadura, en su última actualización del incendio que comenzó el pasado lunes. Según la Junta de Castilla y León, el incendio en Monsagro (Salamanca) está adquiriendo un comportamiento "extremadamente virulento", según el mensaje de la Junta publicado en su perfil de Twitter @naturalezacyl.

En estos momentos trabajan en la zona siete medios aéreos, que cuentan con el apoyo del Ministerio de Transición Ecológica y efectivos de Castilla y León. Asimismo, sobre el terreno luchan contra las llamas nueve unidades terrestres, cinco agentes del medio natural, ocho técnicos y tres unidades de maquinaria pesada.

Por otro lado, según ha informado el 112, se ha procedido a cortar la carretera CC.55.3, de Casares de las Hurdes al límite provincial con Salamanca, la segunda en la zona, tras el corte ya establecido en la CC-158.

Además, fuentes de Cruz Roja han confirmado a Europa Press que se ha procedido a trasladar, de forma preventiva, a una decena de usuarios de la residencia de mayores de Casares de las Hurdes, que será reubicados en las de Pinofranqueado y Hernán Pérez.

Se trata de los usuarios que presentan con más dificultades para moverse, aquellos que se desplazan en silla de ruedas o están encamados, de tal forma que el resto, una treintena, continuará en sus instalaciones por el momento.

El municipio salmantino de Ciudad Rodrigo acoge a más de 60 personas que han sido desalojadas de zonas afectadas por el incendio en la zona Las Hurdes, en Cáceres, y Monsagro (Salamanca) que se encuentran atendidos en un albergue y un centro educativo, tranquilos, agradecidos con la atención recibida, pero también críticos con la gestión del monte, pues creen que una mejor prevención habría evitado consecuencias como los desalojos.