Quien prefiere una cabra ¿es un cabrito o un cabrón?


Me está empezando a caer bien Alfonso Guerra, me parece un cachondo al que seguramente no entiendo. Le preguntan por el abucheo a Pedro Sánchez y va y dice que en este país cada uno elige a quien mejor le representa, algunos abuchean a un presidente y aplauden a una cabra. La verdad es que no atino del todo con lo que quiere decir, con un personaje como él, cualquier cosa, ¿qué quiso decir?, ¿qué hay gente que prefiere una cabra a un presidente o que siendo Pedro Sánchez el presidente, hay gente que prefiere una cabra?, o peor, que los que prefieren una cabra es porque son unos cabrones. Pues sí, D. Alfonso, hay gente que prefieren la cabra a Pedro Sánchez y además te dicen que, antes que Pedro Sánchez, les vale cualquier cabra pero que la de la legión, además, sabe desfilar.

 

Dice Emiliano García Page que el PSOE debe recuperar la centralidad y ser transversal, pues sí, y además chipirindolango y memertroide de la cucandilindanesca ballenera, lo digo para que nos entendamos mejor. Sabido es que explicarse como un libro abierto no es atributo de los políticos, pero algunos no pierden oportunidad de superarse.

 

Pablo Casado, cada día que pasa se convierte mas en un sinsorgo, no se si por obra y gracia de un tal Egea y sus acólitos o también porque lo lleva en los genes y el medio colabora. Vamos a dejar a parte la negociación emprendida con el PSOE hasta ver que pasa, pero buenas pintas no tiene. Se le volvió a ver el plumero en el congreso del partido celebrado recientemente. En lugar de apoyar y apoyarse en Isabel Diaz, utilizándola y aprovechar para elevarse y conseguir la Moncloa, se le nota demasiado que la tiene algo de inquina o temor, quien sabe. Muy mal Pablo que además no tienes reaños para mandarla con Cayetana o con Vidal Cuadras, por cierto, aparecido en olor de santidad en el congreso, de súbito, como San Alejo, haciendo honor a su nombre, Isabel se libra porque ha arrasado en Madrid que si no ya la habíais mandado caminito de Jerez, ganas, se nota que tenéis.

 

Tan digno y respetable es ser de izquierdas como de derechas, por mucho que las izquierdas nos bombardeen continuamente con mensajes de que ellos son quienes representan el bien y las derechas son la encarnación de todos los males, lo peor es que hay representantes de la derecha que se apoquinan y muestran conformidad con algunos de los postulados izquierdistas y hasta entonan meas culpas, que ya hay que ser cenutrio.

 

De centro-derecha, de centroizquierda, que narices ni pepinos en vinagre, el centro existe en geometría pero en política es una entelequia, una ilusión, algo que si en algún instante se da, dura menos que la vida de esas partículas subatómicas cuya existencia los físicos miden en nanosegundos, cualquier brisa, el aleteo de una mariposa se lo lleva en un instante, hay que ser de derechas o de izquierdas, menos comunista de Podemos, pero con todas las consecuencias, además, parece mentira que no aprendan. En la reciente historia de nuestra democracia hubo una “Unión de Centro democrático” que, después de arrasar en unas elecciones, desapareció como un globo que explota porque su envoltura ha superado el límite de resistencia a la presión interna y un “Un Centro Democrático y social” que, teniendo como líder al mejor presidente de la democracia, tuvo una vida tan efímera que, un poco menos y no nace, pero nada, que no aprenden.

 

Llevamos una temporada que arrecian los ataques que nos hacen responsables de todos los genocidios cometidos en el planeta desde que se pintaron los bisontes de Altamira hasta hoy, como si no se pudieran llenar varios cuadernos con ejemplos, al lado de los cuales la conquista de América fue una campaña de civilización, trato exquisito y reparto de caramelos, no es cuestión de nombrarlos, son muchos y de sobra conocidos, y muchos de ellos protagonizados por quienes ven la paja en nuestro ojo y no las vigas en los suyos. Yo creo que la campaña obedece a que hay odiadores por naturaleza, que piensan que hacen un favor a gente, que hasta en el gobierno tenemos, que son como ellos y quieren convertir el país en una república bananera, para campar a sus anchas, pegarse, ellos y sus colegas, la vida padre, mientras los demás pasarían hambre y vejaciones, ejemplos no faltan para comparar. Otros, quizá no nos odien tanto, ellos también tienen mucho por lo que callar, pero lo hacen porque les conviene y además pensarán que nos lo merecemos por haber elegido a los anteriores.