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OCIOZINE

Por Raquel W. Polo

Las pelis navideñas para este año


No vengo de nuevas, si os digo que de un tiempo a esta parte solo nos encontramos con remakes, reboots, adaptaciones o secuelas. (Aprovecho para insertar aquí, como quien no quiere la cosa, que os preparéis para mi próximo libro, una nueva guía de series que son precisamente eso, remales, reboots y adaptaciones.) Así que me ha parecido una buena idea que las películas navideñas de este año estuvieran relacionadas con una secuela.

Dado que hace unos meses se anunció la secuela de Friky Friday (Ponte en mi lugar para los espectadores españoles), me ha parecido una buena línea argumental para este post.

En Ponte en mi lugar vimos a uno de esos actores que han ido creciendo con su audiencia, Chad Michael Murray, hacer algo que nunca antes le habíamos visto hacer. Cantar.

Y ahora le vamos ver hacer algo que tampoco le habíamos visto hacer antes: Bailar. Así, con b mayúscula, porque va a bailar en modo Full Monty.

Aunque en ocasiones hayan comparado The Merry Gentlemen, la película numero uno de Netflix esta semana, con Magic Mike, la verdad es que el grupo de caballeros que se prestan a quitarse la camisa (solo la camisa) y mostrar sus abdominales mientras bailan para salvar uno de los locales clásicos de una pequeña localidad americana, es mucho más cercana al darma de 1997 que a la saga protagonizada por Channing Tatum.

Vamos al grano. Ashley (Britt Robertson) es una bailarina de Broadway a la que han echado del espectáculo navideño que protagonizaba, porque se ha hecho mayor. Una buena excusa para visitar a sus padres, dueños de un bar y local de conciertos de un pequeño pueblo americano en horas bajas.

Ashley, en un momento de pánico/lucidez asegura a la malvada casera, que amenaza con arrebatar el local a sus pobre padres, que un nuevo show va a hacer que el local vuelva a estar en el candelero. El nuevo show no es otra cosa que tres pobres muchachos que pasaban por ahí, el camarero, el cuñado y el macizo con el que ha tenido un meet cute unas horas antes, bailando sin camisa. Teniendo en cuenta los abdominales de, al menos, dos de ellos, es natural que las mujeres del pueblo estén dispuestas a lo que sea.

Esta película que sigue el patrón básico de las famosas películas navideñas de Hallmark, añade muy poco a esos guiones originales (por decir algo) aparte de los increíbles abdominales de Chad Michael Murray, y el resto del cast, y la ocasión de ver al protagonista de One Tree Hill bailando, teniendo en cuenta que, según el mismo ha confesado, hasta ahora solo bailaba en la intimidad del hogar y las bodas de sus amigos.

Nuestro secretito, la segunda pelícla navideña de Netflix de la que os voy a hablar hoy está protagonziada por Lindsay Lohan, la adolescente que cambió su cuerpo con el de su madre, la oscarizada Jamie Lee Curtis, y que, según se desprende de lo que hemos podido saber hasta ahora, vuelve a pasar por el mismo trance, en Freaky Friday 2.

Lindsay Lohan, es decir, Avery, va a celebrar las fiestas en casa de la familia de su novio, cuya madre es Kristin Chenoweth, más famosa que nunca estos días, por haber sido la primera Glinda en la versión de Broadway que hizo de Wicked uno de los mayóres éxitos del teatro musical de nuestro siglo, y que es uno de los grandes éxitos de taqulla cinemtográfica de este año, con Ariana Grande interpretando el mismo papel.

Con lo que Avery no cuenta es con que el novio de la hermana de su novio (perdón por el trabalenguas) es su ex-novio. Aquel que se puso de rodillas para pedirle matrimonio, y al que dijo que no, pero que ahora quiere que le siga el rollo, y asegure que no la conoce de nada.

Otra película de consumo navideño, para esas tardes de mantita y relax, como las del próximo puente. Ninguna de las pelis de las que os he hablado hoy se llevarán el Oscar, pero, os puedo asegurar que los abdominales de Chad, no solo le han puesto en el punto de mira, y le han aupado al número uno de Netflix, sino  que le han llevado a las páginas de medios como Los Angeles Times.