"La muerte de Sócrates" es un cuadro del pintor francés Jacques-Louis David realizado en 1787. En él se ve justo en el centro a un Sócrates apunto de morir por sus ideas, las cuales nunca abandonó.
Tres estadios son los decisivos en la vida de una persona: el día en que nace, el día en que muere y por el camino está el día en que a la vida le da la oportunidad que se merece.
Tenía como unos quince años cuando ya pensaba en quién debería ser y qué cosas debería tener en mi vida. A los veinte seguía con la lista de cosas que hacer, con la idea aún fresca de mi "persona ideal". ¿Recuerdas aquella pregunta que a todos en algún momento nos hicieron en el colegio? La que decía: ¿Dónde te ves dentro de cinco años? Pues a mi esa pregunta me tenía esclavizado. Apenas nada cambió en mi vida durante la década siguiente.
Ahora lee con atención: las cosas que miramos en los escaparates lucen porque alguien las mantiene. Cada mañana alguien se toma la molestia de cogerlas, quitarlas el polvo, sacarlas algo de brillo y las coloca de alguna manera nueva en la que sigan encajando con el resto de piezas de la exposición. Y sin que cambie absolutamente nada del decorado, todo el escaparate parece nuevo.
A menudo habría que preguntarse cómo podemos pasar literalmente años esperando que algo de nosotros brille sin mover un solo músculo por nuestra parte. Sé que hay quien cree en la magia, pero me temo que ni el mejor truco de Houdini y Copperfield conseguiría que uno solo de nuestros retos, uno solo de nuestros talentos quedase a la altura del espectáculo si no le hemos dado un valor que antes no poseía. Los talentos y los retos son como una pluma estilográfica, si se guardan en un cajón es posible que se sequen hasta quedar inservibles, y es especialmente doloroso ver a las personas tirar sus sueños a la basura por falta de atención.
'Scripta manet', o lo que es lo mismo, lo que está escrito perdura. Y lo hace porque alguien ha hecho el trabajo. Lo contrario es la locución latina 'Verba volant', que traducido significa que las palabras vuelan. No es una cosa personal, si quieres que tu imaginación y esperanzas vuelen eso es magnífico, existen personas que desearían vivir así por el resto de sus vidas, sin problemas que afrontar porque carecen de retos. Puede ser una manera formidable de evitar que la vida te gaste 'trucos', pero también lo es de malgastar la única oportunidad de provocar un cambio significativo en uno mismo y en la vida.
Aquí se puede ver que existe una relación directa entre el que de verdad ha visto algo hacia lo que mantenerse fiel, algo a lo que consagrarse, y el que sigue dando tumbos año tras año sin tener una idea clara de hacia dónde quiere que se dirijan sus esfuerzos. Fíjate que he dicho 'sus esfuerzos', no he hablado de resultados en ningún momento. No tenemos en cuenta, al menos no quienes amamos el progreso como forma de vida, que las creencias populares digan con firmeza lo que se considera un éxito y lo que no. Éxito es lo que tú crees que es valioso para ti y que te ayuda a mejorarte para conseguirlo, el fracaso no se tiene en cuenta si no es para averiguar algo que nos ayude en esa mejora.
Scripta manet. Deja por escrito a qué dedicarás tu vida. La gente que queda presa de la trampa de que hay tiempo para todo no es la gente a la que debes escuchar, ni a la que te debes juntar.
Scripta manet. Toma las riendas para que no tengas que vagar por el mundo como un sumiso. Establece un plan por el que morirías feliz aunque no lo consiguieras.
Scripta manet. Habla de quién eres. Somos lo que hacemos repetidamente y esta es la mejor forma de hablar bien sobre nosotros mismos. Lo que eres un día debes serlo al día siguiente también.
Scripta manet. Nadie sabrá cuál es su verdad hasta que no deje de contarse mentiras. Escribe esas verdades para tenerlas a mano en los tiempos donde tendrás dudas de todo.
¿Dónde te ves dentro de cinco, diez o quince años? Donde hayas establecido una norma de vida en la que por escrito hayas fijado que no piensas renunciar a ella. Cuál sea esa norma es lo que tienes que averiguar.