circle
24h

Que tres años de guerra sirvan para algo


Hablemos del panorama internacional, que está que arde. Gana las elecciones Donald Trump y todo el rojerío internacional se rasga las vestiduras como si acabara de llegar el anticristo, solo les falto gritar como posesos y embadurnarse el pelo con ceniza.

Yo siempre he pensado que en USA quien se convierta en presidente, tiene una importancia relativa para los estadounidenses, son un país joven, pero con una democracia muy consolidada, con mecanismos de defensa eficaces contra una mala actuación de su presidente, sabemos todos que su eficacia ha sido demostrada, caso Nixon, por ejemplo. Un Pedro Sánchez hubiera tenido allí los días contados.

Y por qué digo que el resultado electoral tiene una importancia relativa, pues muy sencillo, porque es un sistema bipartidista donde los rojos (republicanos) que allí son los malos para el rojerío europeo, y los azules, los buenos, cuando se trata de cuestiones importantes y a veces no tan importantes, están de acuerdo al cien por cien. En cuanto una cuestión afecta a la seguridad o la imagen de su país o sus costumbres más arraigadas, todos son una piña, igualito que aquí, baste como ejemplo que, en una entrevista que hicieron a Kamala Harris, en plena campaña electoral, ante la pregunta del entrevistador sobre qué opinaba sobre el derecho a poseer armas, no tardó un segundo en responder que ella tenía una pistola en casa, porque en el caso de que alguien entrara, sin su permiso, le pegaría un tiro, se que es una respuesta que a mucha gente no le gusta, confieso que a mi tampoco, pero ayuda a comprender cual es la idiosincrasia de una mayoría de americanos.

Nos presentaron a Trump como si fuera el coco que nos iba a amargar la vida a todos, el anuncio que hizo de las medidas que iba a tomar, nada más ocupar el despacho oval, hizo temblar a muchos, yo siempre pensé que, como decían nuestras abuelas, ya veremos, que la justicia de enero es muy rigurosa, pero llegando febrero ya es otra cosa.

Las amenazas de establecer unos aranceles que hicieran prácticamente imposible el comercio con países como Canadá, Méjico, Colombia, Venezuela, etc., algunos de los cuales se pusieron incluso un poco chulitos, aunque claudicaron en menos de veinticuatro horas, le sirvieron para conseguir que, esos países aportaran medios para vigilar sus fronteras y aceptaran el envío de inmigrantes ilegales de sus respectivas nacionalidades, y que Panamá permita el paso, gratis, de buques militares estadounidenses, lo de comprar Groenlandia es otra cosa, pero tampoco se le puede tomar a mal, siempre y cuando se respete la voluntad y el derecho de Dinamarca a vender o no.

Repatriar o encarcelar a quienes no solo cometieron el delito de entrar ilegalmente en el país, si no que encima pasan a engrosar las cifras de la delincuencia, sumándose a los delincuentes autóctonos, por mucho que se le critique tiene una importante razón de ser, al igual que no permitir a mujeres trans participar en deportes femeninos, eso, se mire como se mire, beneficia a las mujeres, por mucho que se solivianten los de la cultura guoque, o como se llame, que con amigos como ellos, las mujeres no necesitan enemigos.

Establecer aranceles a otros países con los que mantienen una balanza comercial muy desequilibrada, también tiene su razón de ser y lo lógico es pedir que el establecimiento de aranceles se haga en su justa media y sin perjudicar un intercambio comercial beneficioso para ambas partes, no es un asunto fácil de valorar, pero seguro que tienen expertos capaces de hacerlo. Confiemos en que el león no resulte tan fiero como parecía, aunque no me parece absurdo ni insensato proteger a sus ciudadanos contra una competencia, a todas luces desleal, si yo no puedo ofrecer a mis ciudadanos unos salarios de miseria y unas condiciones laborales de semiesclavitud, tú me destruyes puestos de trabajo, así que me parece justo que me pagues.

Otra cosa es la que está liando con Europa al negociar con Putin la paz en Ucrania, no dejando a la UE participar en las negociaciones ni como convidado de piedra. Los representantes de la Unión están muy indignados por el desprecio, pero deberían preguntarse que han hecho para merecer un puesto en la mesa, y no hacerse los ofendiditos, como el señor Borrell, y no digo que Europa no haya hecho nada, no es así, han ayudado a Ucrania proporcionándole medios y armas, con cantidades importantes, como es el caso de Alemania, pero también es cierto que Alemania, al igual que otros, ha mantenido un comercio importante con Rusia, y eso de poner una vela a dios y otra al diablo pues, que quieres que te diga, no queda muy bien.

El asunto es muy serio, aunque esperemos que no tan grave como nos lo están pintando, Europa abandonada por su mejor aliado y la OTAN en peligro. Que nuestros gobernantes en Bruselas se pongan las pilas y dediquen su esfuerzo a solucionar cuestiones serias y dejen de perder el tiempo en zarandajas, como, entre muchos ejemplos, mantener un ecologismo, no el serio, si no el de aquellos que no solo consumen recursos vía subvenciones, si no que hacen un daño muy importante a la economía europea. Mantenemos un ejercito de políticos y funcionarios que se dedican a cosas tan importantes como poner unos tapones de plástico unido a la botella o al brik y que yo, como sé de muchos, lo primero que hago cuando abro un brik de leche es arrancar el tapón y tirarle a la basura, así evito, y nunca mejor dicho, que me entre la mala leche cuando derramo el contenido en la encimera.

Tengamos esperanza y que el asunto se resuelva con cordura, que los tres años de sufrimiento del pueblo ucraniano sirva para algo, que eso de que Rusia se quede con las tierras invadidas y USA con la explotación de las tierras raras ucranianas, no suena muy bien, y peor todavía, que Rusia llegue a pensar que todo el monte es orégano y después de Ucrania vaya a por alguien más, habiendo visto que la jugada le ha salido bien.

Me cae bien el bravucón y excéntrico de Donald, aunque ahora un poco menos, a pesar de todo mes siento europeo y cualquier cosa que nos perjudique me fastidia, pero también le comprendo, los europeos queremos que nos toque la lotería sin comprar un décimo, y eso no puede ser, no me extraña que los americanos piensen que ¿por qué tienen que sacar ellos las castañas del fuego a quienes tanto racanean cuando se trata de aportar lo que en justa medida les corresponde? ¿por qué ayudar a quien, a pesar de hacerle favores continuamente, me critica, me pone a caer de un burro y hasta me insulta? ¿por qué defender a quien no defiende sus fronteras, no solo consintiendo su violación, si no, incluso alentándola yendo a buscarlos, subvencionando a ONGS que viven del negocio y favoreciendo la actuación de las mafias que explotan a unos desgraciados? Tratando a los invasores, en cuanto llegan, incluso mejor que a sus propios ciudadanos. Razones no les faltan para mandarnos a freír espárragos, pero estoy convencido de que se trata de otra bravuconada de Trump y que no lo harán. Señores gobernantes europeos, no se hagan los ofendidos y espabilen, que la paciencia de todo el mundo tiene un límite.