Una semana más con material abundante hasta rebosar en el fangoso mar de la política, para pensar y elucubrar hasta quedar exhausto.

Empecemos por el comportamiento del sr. (con minúscula) fiscal general del Estado. La suficiencia demostrada ante el juez, negándose a contestar a sus preguntas, con un talante arrogante y hasta chulesco, como diciendo, tú no sabes con quien estás tratando, demuestra una seguridad incomprensible en quien, presuntamente y casi seguro, ha cometido un delito grave de quebrantamiento de secreto, y probablemente alguno más, puede que más grave, tanto más grave cuando se trata de la máxima autoridad de un órgano de la justicia tan importante como es la fiscalía. Parece como si tuviera la seguridad de que ningún juez se atreverá a condenarle y que en el caso de que lo hiciera, para eso está su correligionario Conde Pumpido, presidente de un tribunal que parece tener como misión enmendar la plana al Supremo y tumbarle sus sentencias, que poco responde el Supremo a su denominación, cualquiera podría pensar que uno de los dos tribunales sobra, si se quiere demostrar que la justicia es algo serio. Es más, es seguro que, el sr. García Ortiz piensa que, en el improbable caso de resultar condenado por el Supremo y no absuelto por el Constitucional, para eso está el sr. Sánchez y su gobierno, que reparten indultos como quien reparte chocolatinas y cuyo mayor mérito para su obtención es la colaboración prestada por el delincuente para la comisión de toda la clase de tropelías, a las que los gobiernos del Psoe nos tienen acostumbrados ¿Cómo acabará el asunto? Probablemente, y como suele suceder, despreciando y desprestigiando a la justicia.

Dice el sr. Bolaños que ¿Qué van a pensar los pensionistas cuando vean que en febrero les bajan la pensión? Este, es más liante, embaucador y embustero que el trilero de su jefe, no tiene jeta ni nada, le echa la culpa al PP cuando la subida de las pensiones depende exclusivamente del gobierno, y que se sepa, el PP no gobierna, y claro ¿Cómo va a decir que la culpa es de unos de los que los sostienen, como lo ha demostrado la facilidad con que han convencido al forajido, solo, y como siempre, han tenido que darle a la maquinita de conceder favores y dinero a quien, somete al gobierno y apuñala a los españoles cada vez que se le presenta la ocasión.

Con esa afirmación, el sr Bolaños vuelve a demostrar que toman a los ciudadanos por tontos y a los pensionistas como a tantos otros, puede que razón no le falte, por eso tienen quien les vote. Es triste comprobar, en la calle, como hay gente que se lo traga, con lo fácil que darse cuenta de que, si alguien te ofrece 100 euros mensuales, a cambio de hincharte a palos los martes, jueves, sábados, domingos y fiestas de guardar, los días pares, y también los impares, no vaya a quedar un día en el calendario en que te libres de la paliza, no te conviene aceptar.

Puede que, incluso la subida anunciada en realidad no sea tal, otra añagaza para pusilánimes, porque vamos a ver, no importa la subida o bajada de las pensiones en valor absoluto, lo que importa es si realmente se produce una subida o bajada del poder adquisitivo del pensionista, y aquí las cosas no están tan claras, por poner un ejemplo, si a mí me suben la pensión un 2,8% y en enero me llega la factura de la luz con una subida de 15, y mas grave, casi todo debido a un aumento de los impuestos, las cuentas no me salen, por no hablar de que este año, y ya visto, irás al supermercado y con 20 euros mas de gasto podrás llenar el carro con menos productos que el año anterior. Y así con otros gastos necesarios que afectan a las familias. Si, con los salarios pasa lo mismo, pues claro que sí.

Al que no entiendo es al PP, le cambian ligeramente el llamado decreto ómnibus, que ahora llaman minibús y que yo llamaría zarzuelero, sigue mezclando garbanzos con escobas y ladrillos, les siguen haciendo tragar cosas infumables y dicen que van a votar que sí, cuando su voto ni siquiera es necesario, ya lo han resulto con otra bajada de pantalones para dar gusto al fugado. Ellos sabrán, hacen creer que también piensan que todos los pensionistas son tontos.