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¿Pedro Sánchez, Pablo Iglesias o Largo Caballero?


Se presentó Pedro Sánchez después de la cincotena, -Jesucristo necesitó cuarenta días en el desierto-, el solo cinco para decidir entre el amor a su mujer y su amor al cargo y soltó el mensaje del "puto amo" Oscar Puente dixit. "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto" y se acabó la congoja del rimero de incondicionales, dejaron de llorar y empezaron a suspirar y a mover la cabeza como el perrito en la ventanilla de los coches en los años setenta. Hay que tenerse poca estima o encontrarse en un estado de extrema necesidad para aguantar semejante humillación, qué cuadro, con su actitud de sumisión servil al jefe demuestran no reunir entre todos más dignidad que un saco de babosas. A mi me hacen eso y, o me va en ello la hacienda y la vida, o le mando a hacer puñetas.

Que tío, vaya paripé, pero si la decisión la tenia tomada el primer día de retiro, o mejor dicho, no tenía ninguna decisión que tomar sobre algo que nunca había pensado, y que dominio del teatro, si hasta en los mas escépticos consiguió sembrar un atisbo de duda sobre su posible dimisión, no por la razón expuesta, claro está, pero si por la sospecha de que lleva en la mochila una carga de ignominia que tumbaría a un gigante y además ha hurgado en un avispero con el asunto de la creación de un estado palestino, eso sí, ha demostrado, una vez más, que a él no le tumba ni el envite de un Bulldozer.

Desde luego que no pueden dejar impasible a cualquiera, que no tenga un corazón de piedra, los ataques de Israel en Gaza, pero él se ha metido en camisa de once varas con su gira por Europa buscando apoyo para la creación del estado palestino, cualquiera diría que ha hecho el ridículo, a juzgar por el resultado obtenido, sin más propósito que desviar la atención sobre los feos asuntos que le afectan en casa y encima se ha creado unas enemistades muy peligrosas, cuidado con el Mosad, el MI6, y la CIA, que estos si podrían conseguir, -sin saber cómo ni cuándo, pero sí que puede estar relacionado con el caso Pegasus y su sumisión al rey marroquí-, lo que no consigan la prensa y los jueces. Ya veremos si termina la legislatura.

Desde luego que la maniobra ha sido sorprendente, no está claro si le ha beneficiado o ha metido la pata, ha hecho famosa a Begoña por sospecha de corrupta. Solo se explica si la intención ha sido victimizarse, él y su partido, y aprovechar para endurecer su postura y justificar un aumento del ataque a la prensa libre y a los jueces. Habla de fango, pero mira, de eso si que sabe, chapotea en él a diario, de bulos ¿qué bulos pueden preocupar a un gobierno? Los bulos se desmienten y punto, al menos eso, y si fuera necesario se recurre a la justicia ¿los enjuagues de Begoña y los asuntos de su hermano son bulos? Si no se han desmentido ni explicado, con lo fácil que debería ser, ¿han dejado de serlo? ¿estaba él al corriente? porque si lo estaba es cómplice, y si no lo estaba es tonto, que cada uno saque sus conclusiones, en cualquier caso, feo, muy feo.

En fin, que hemos entrado en una dinámica muy preocupante, mejor dicho, hace tiempo que entramos, pero cada día que pasa la situación se encona más y trae nefastos recuerdos de tiempos pasados. Cualquiera diría que en España ya solo existen una ultraderecha y una ultraizquierda enfrentadas, que el gobierno procura que así sea, aumento de tensión, interesa, que diría Zapatero, ahora en candelero como asesor del puto amo.

Si alguien no vio a Pablo Iglesias Turrión en el Pedro Sánchez del discurso de Santa Coloma o, peor todavía, un remedo de Largo Caballero, vive en otro mundo o que se haga un examen de mollera, por si acaso.