¡Por fin se ha acabado abril! ¡Y por fin empieza el mes de mayo! Que no es que yo sea, especialmente, fanático, de ningún mes del año en concreto pero mayo trae consigo las dos mejores cosas que le pueden pasar a una persona como yo: el tomarse un cafelito con hielo en una terracita al sol y la celebración anual de la maravillosa gala del Met.

Como siempre, el primer lunes de mayo significa moda. Los astros se alinean para darnos a los amantes del estilo y las tendencias la jornada más mágica de la mano de nuestra reina Anna Wintour y su sarao neoyorkino.

Antes de que lleguen los múltiples memes y los cotilleos de celebrities a enturbiarlo todo, quiero hacer mi quiniela de lo que vamos a ver y lo que a mí, particularmente, me gustaría que fuese el Met Ball de este 2024.

La temática es 'Sleeping Beauty: Reawekening in a fashion' que, a pesar de lo que la traducción puede sugerir, no tiene nada que ver con el cuento de la Bella Durmiente ni con nada que rodee a Disney y la estética de sus películas de princesas.

Se trata de rescatar piezas históricas que por el paso del tiempo y su consiguiente deterioro se vuelven tan frágiles que es mejor que nadie las use. ¿Absurdo verdad? Pues básicamente así es la moda. Inútil y absurda pero hermosa e ingeniosa.

Cada año, esta fiesta trata de financiar las exposiciones sobre moda que alberga el famoso museo estadounidense durante los siguientes once meses. En la exposición que podrá verse a partir de ahora se encuentran incluidas obras completamente icónicas que son tan espectaculares como frágiles.

Desde que escuché que el tema de este 2024 sería ese se me vinieron un millón de ideas a la cabeza de creadores y escenificaciones que podrían funcionar a la perfección en esta gala pero que, sinceramente, creo que la mayor parte de los asistentes se saltarán para hacer lo que les da la real gana. Como viene siendo más que habitual.

Anrealage podría ser una buena opción con su particular característica de utilizar luces led para crear diferentes estampados en la ropa; también pensé en John Galliano dirigiendo Maison Margiela a quien le viene la temática como anillo al dedo; y no estaría nada mal rescatar algo del archivo de McQueen aunque será difícil porque sus prendas están excesivamente protegidas y pecaríamos de obvios.

Es un tema para la Met muy centrado en el detalle que roza la alta costura. No es muy difícil de cumplir ya que es una esfera muy amplia con la que se puede jugar. Por lo que espero que los invitados entren al trapo y experimenten desde el estudio y el conocimiento para deslumbrar el próximo lunes.