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De mal gusto

Por Miguel Ángel Fernández.

Besazo en el ojo


Yo también me había tragado el discurso de que "el rosa y el rojo no quedan bien juntos". Era un infeliz más que había aceptado esa creencia extendida en la sociedad sin plantearme si realmente era así. Pero no. Ya basta. Rompamos esas barreras establecidas y vamos a divertirnos con la ropa.

Crecimos escuchando eso de "puñetazo en el ojo" y nunca nos atrevimos a deconstruir el dicho y a ponernos una camisa rosa fluor y un pantalón rojo carmesí pero, ¿por qué no ahora?

El rosa y el rojo son una combinación explosiva que mola lo suficiente como para arriesgar con ella y ganar. No se trata de algo sutil, se trata de ser extravagante y exagerado y ponerte la valentía por montera para encontrar un outfit que deje a todos pasmados.

¿A quién no le gusta tener al menos un vestido rojo en el armario? El rojo es un color que da mucha presencia, alegría y luz. Imaginaos entonces conjuntar ese vestido con alguna prenda en rosa, desde los tonos más claros a los más llamativos.

En el verano en el que la Barbie se ha vuelto a poner de moda, es hora de jugar con el color y conseguir estilismos rompedores que no pasen desapercibidos en ningún evento.

Recuerdo a la cantante Taylor Swift recogiendo su premio Grammy a 'Mejor álbum del año' con un top rojo y una falda de vuelo rosa fucsia que se llevaron todo el protagonismo estilístico de la noche.

Y cómo olvidar uno de los números musicales más icónicos de la historia del cine: esa Marilyn Monroe cantando 'Diamonds are a girl's best friend' con un maravilloso vestido de palabra de honor de color rosa chicle en un set rojo de arriba abajo.

Y esto va más allá del mundo de la moda. Cualquiera que siga a la youtuber Te sabe que hay muchísima arquitectura que combina esta paleta de colores. Mi favorita es 'La muralla roja'. Que es un edificio de viviendas que está en Alicante y que diseñó el mismísimo Ricardo Bofill. Las escaleras de esa edificación son rosa y rojo,  ¿casualidad?

Ahora mismo podríamos decir que en la moda, todo está permitido. Desde las chanclas con calcetines blancos hasta salir a la calle en camisón o lencería. No existen normas, y si las hay, parece que todo el mundo está dispuesto a romperlas.

Algunas de las imágenes más icónicas que tenemos en el imaginario colectivo son rosas y rojas. No sé. Quizá es hora de dejar eso del puñetazo en el ojo para otros y combinar estos dos colores cálidos sin miedo.