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Con zuecos y pijama

Con zuecos y pijama

Por Marcos Pastor Galán

El servicio tras el MIR


La semana pasada traté el tema de los jefes de servicio de los hospitales públicos y la posible prohibición que se plantea para su ejercicio en el sector privado dadas ciertas circunstancias de corrupción conocidas. Además, en el mismo lote, se plantea también que los MIR tengan una obligación de trabajar 5 años para el servicio sanitario público y, evidentemente, esto ha traído sus dramas.

Como casi todo, tiene cosas a favor y en contra, se relaten o no. Entre los puntos a favor, se encuentra lo que probablemente sea el argumento planteado por el Ministerio de Sanidad, proteger que los nuevos adjuntos tengan un trabajo asegurado por unos años y poder garantizarles un lugar fijo para ese tiempo. Y quizás la idea no es mala del todo si se suma mejor formación para los médicos adjuntos a lo largo de su carrera.

Esta idea no es pionera, de hecho, ya se habló en el pasado de forma parecida dado que se recortaron las plazas MIR notoriamente entre 2012 y 2017, pero de esto no nos acordamos. Además, en aquel entonces se basaba en la falta de personal fruto del recorte. También es cierto que, si no garantiza un adecuado trabajo, formación y proyecto de futuro, pierde el sentido cualquier intento de retener el talento.

Por otro lado, están los contras, donde los médicos se sienten secuestrados y no es para menos. Una cosa es ofrecerles una fidelización por 3 años con carácter voluntario y otra obligarles incluso más años. ¿Por qué no algo intermedio? Quizás se podría plantear algo intermedio como fidelización de 5 años, incluso que al firmar la fidelización te obliguen a cumplir al menos 1 o 2 años. Y como este planteamiento, se pueden hacer mil porque son solo un ejemplo rápido.

Por otro lado, luego caen los argumentos falaces que empeoran el discurso. Cosas como que entonces nadie querrá estudiar medicina o que todos se marcharán al extranjero. En realidad, no. Las plazas de medicina se completan cada año a pesar de estar en aumento. Y en el extranjero las condiciones no son tanto oro como se plantea, si no, ya se habrían ido. De hecho, los médicos son una de las profesiones que menos emigran.

Cuando se embarra tanto una noticia, no se sale del agujero. Porque el mismo sindicato médico que protesta por la falta de estabilidad, es el que protesta cuando se ofrece cualquier mejora. Claro, el negocio del sindicato se basa altamente en publicidad continuada, verborrea y poca efectividad, no vaya a ser que la gente esté contenta y se acabe el chollo. Vimos su eficacia en la "huelga" de Madrid y en la negociación en Andalucía por la carga asistencial donde, sorpresa para nadie, no tenían propuestas.

Por eso es más importante ante un proyecto, tratar de negociar, valorar y proponer en vez de publicitar la negativa ante todo. Porque efectivamente no tiene mucha lógica la obligación como tal de los 5 años, al menos como se ha contado hasta el momento. Quizás es ahora cuando se deben plantear opciones y convertir este castigo en un beneficio, en una mejora asistencial y un beneficio para el paciente. Porque olvidamos rápido que el paciente es el objetivo de la asistencia.