Los gobiernos itinerantes, muy característicos de la Alemania medieval, que persistió incluso durante la época de los emperadores, se dieron en casi todos los países de Europa. Lisboa, Madrid y Paris no pasaron a ser capitales del reino hasta muy entrada la Edad Media.  No había una capital. Los reyes y emperadores se iban desplazando por las diversas regiones para tener mejor controlada a la nobleza.  Pues estos hábitos medievales se dan en pleno siglo XXI en el gobierno de la Unión Europea.

Me diréis que la situación actual es muy diferente y que el verdadero gobierno de la UE está en Bruselas y que no se trata de controlar a nadie. Pues, con mucha más razón para ver lo anacrónico y lo absurdo que es que cada seis meses se vaya turnando la presidencia del Consejo de la UE. Y actualmente no sólo cambia la sede de la capital de la Unión, sino del propio gobierno.  Además, tenemos un presidente del Consejo Europeo y un presidente del Consejo de la UE, que pueden dirigir políticas opuestas. ¿Qué diríamos de una gran empresa si cada medio año cambiara no sólo de sede sino también del consejo de dirección? Pero es que en la UE, además, cada medio año se cambia de programa y de prioridades. Más aún, yo diría que hay dos programas diferentes: el programa de Bruselas y el programa del respectivo país que está presidiendo el Consejo de la Unión. Decidme si no, si coinciden lo más mínimo las prioridades de la Comisión Europa con las prioridades de Urban, jefe de gobierno húngaro. Un amigo de Putin dirigiendo el Consejo, mientras la UE está ayudando a Ucrania para que se defienda contra Putin.

La presidencia itinerante del Consejo de la UE no sirve para otra cosa que halagar el ego del presidente del respectivo país. También lo hemos visto en España. Muchos de los jefes de gobierno no tienen categoría para presidir el Consejo de la UE y otros son abiertamente antieuropeístas. Si los Estados miembros no exigen unas cualidades mínimas tanto intelectuales como morales para sus jefes de gobierno, estamos expuestos a que estos mismos incompetentes estén presidiendo la UE.

Ya va siendo hora de que también en la UE desaparezcan los cargos inútiles