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Ilusionados por la política

Por Félix de la Fuente

Las humillantes limosnas de nuestra democracia


Hoy ha llegado la hora de Europa. No es necesario que se lo pidamos. La Unión Europea va a controlar, como es su obligación, si la ley de amnistía es compatible con el Derecho de la Unión y si los innumerables casos de corrupción de los políticos españoles tienen alguna relación con los fondos de la Unión Europea. En ello se implicarán tanto la Comisión como el Tribunal de Justicia de la Unión. Pero, además, yo le pediría a la Comisión europea que examinara a qué se debe que España sea la campeona del paro y si nuestra democracia tiene los estándares de las democracias europeas.

 ¿Qué democracia tenemos en España?  Un Estado cada vez más rico y unos ciudadanos cada vez más pobres.  ¿Pero quién es el Estado? Teóricamente todos los ciudadanos, pero en realidad el Estado es el partido político que en ese momento regenta el poder. Y ¿cómo se enriquece el Estado?  No, no penséis que es gracias a su espíritu de ahorro o a su trabajo físico o intelectual o a sus investigaciones científicas o industriales, No, no estamos ante dueño de Zara o de Amazon. Estamos ante un simple atracador. Unos asaltan bancos y el Estado asalta a los ciudadanos. ¿Ha habido algún partido político que llevara en su programa electoral que iba a subir los impuestos?  Pues subir los impuestos o incluso mantenerlos, sin decir nada de esto en el programa electoral es puro robo. Quitar el dinero a los ciudadanos sin el permiso de éstos es un atraco.  No lo digo yo. Lo dice Francisco de Vitoria en términos aún más fuertes. Y la asociación de abogados que lleva este nombre de Francisco de Vitoria debería defender las ideas de su patrono o, en caso contrario, cambiar de nombre.

Subir los sueldos en España cuesta sudor y lágrimas, pero el gobierno no tiene el menor reparo en subir sus ingresos, Cuanto más suben los precios tanto más suben los ingresos del Estado a través del IVA, que es el impuesto más injusto de todos pues afecta en la misma proporción a pobres y a ricos.  

 Dinero significa poder, y cuanto más dinero más poder. Pero cuanto más dinero tenga el Estado, menos dinero tendrán los ciudadanos, si el dinero del Estado no revierte en bienestar de estos últimos, que es lo que normalmente sucede en España. Además, todo eso que llamamos ayudas sociales no son tales sino el retorno de una parte del dinero que previamente nos ha quitado el Estado. Es decir, el Estado primeramente se queda con nuestro dinero sin nuestro permiso y luego, al devolvernos una parte de nuestro dinero se presenta como el gran benefactor, cuando en realidad está obligado a devolvernos todo, y no quedándose en el camino con gran parte de ese dinero para sus amigos de partido o para gastos inútiles  

También esto deben controlarlo tanto la Comisión europea como los europarlamentarios, y es conveniente que se los recordemos a éstos antes de depositar nuestro voto el próximo día 9.