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Ilusionados por la política

Por Félix de la Fuente

El mensaje europeo no llega al ciudadano


Nos estamos acerando nuevamente a las elecciones europeas (9 de junio) y de nuevo tenemos que lamentar lo lejos que nos encontramos de eso que llamamos Unión Europea. Nos hemos inventado este nombre y ya nos damos por satisfechos, cuando apenas llegamos a la categoría de comunidad, que en la escala de valores se encuentra muy por debajo de la unión. De los avances y cambios que pedíamos en las elecciones pasadas, ninguno de ellos se ha logrado. Y sin embargo tenemos que seguir luchando y seguir defendiendo a la UE, no la Unión de los políticos sino la Unión de los ciudadanos Y tenemos que acudir a las urnas y votar al partido que nos parezca menos malo o menos antieuropeo, porque antieuropeos son todos, ya que todos están poniendo trabas a la integración europea. Tenemos que acudir a las urnas porque votar por la UE es votar por la paz, es votar por la integración, es votar por los derechos humanos, es votar por el control a la corrupción de nuestros políticos

Sé que es una contradicción que precisamente los europeístas, los que estamos convencidos de la necesidad de la integración europea, acudamos a votar a unos políticos que están impidiendo dicha integración. Y lo hacemos a la espera de que algún día la esclavitud de los políticos frente a su partido se les convierta en boomerang. Entretanto, los ciudadanos seguiremos de convidados de piedra en la política en general, pero sobre todo en la política europea. Pasarán estas elecciones y volveremos a encontrarnos en la misma situación. Los políticos ni se integran ni tienen intención de integrarse, pues viven muy felices con la confrontación

Empezará la campaña electoral y nuevamente surgirá la gresca entre los partidos políticos. Se hablará de todo menos de la UE. No es extraño que muchos ciudadanos tengan una idea equivocada de la Unión.  La Unión europea no son nuestros políticos, ni es Bruselas, es la integración y la convivencia de los ciudadanos. Convivencia e integración son conceptos extraños al mundo de los políticos. Son los ciudadanos los que "se integran", y los que conviven, diría Ortega y Gasset.

¿Será necesaria una tercera guerra mundial para que nuestros políticos se convenzan de que es necesaria la Unión Europea?