La familia, entendida como la primera institución social, preexistente a la propia sociedad y fundamento de la misma, ha sido, es y será la fuente de estabilidad social, de progreso y de ecología social centrada en la persona. Las ciudades y los pueblos se constituyen como una gran red tejida con nudos familiares que se apoyan y se sustentan mutuamente. En la medida que estos nudos sean fuertes y estables en el tiempo, las sociedades tendrán mejores redes de apoyo social, no sólo en las circunstancias adversas o de desprotección, sino también como cimiento para el progreso humano y personal.

 

El Foro de la Familia, cuando habla de protección de la maternidad hace referencia al amparo social de la mujer en todos sus ámbitos: personal, familiar, social y laboral. Una madre acoge a todos sus hijos en cualquier momento y aunque las circunstancias sean aciagas. Cuando se apuesta por la maternidad, se hace especial incidencia en la natalidad como la mejor garantía de futuro de una comunidad. Sin niños no hay ciudades vivas, sin familias con muchos hijos, la ciudad se marchita en un declive otoñal que conduce sin equívoco alguno al invierno demográfico.

 

El Foro de la Familia, cuando habla de educación, hace referencia a los padres, como primeros y principales responsables de la educación de sus hijos. Son ellos los que han de dirigir, marcar la pauta y acompañar a sus hijos en su itinerario educativo. Son las familias, el padre y la madre, los que han de elegir la filosofía, la orientación pedagógica, moral o religiosa en la que se ha de fundamentar el edificio de educación de sus hijos. De ahí que la Administración Pública debería de proteger la libertad de oferta educativa, la pluralidad de opciones y la diversidad de modelos pedagógicos para que el derecho a la libre elección de centro educativo sea algo eficaz y efectivo.

 

El Foro de la Familia, cuando habla de matrimonio, lo hace pensando en el bien de las personas, de todas las personas y no sólo de una de las partes. Matrimonios estables, hijos felices y sanos. Matrimonios unidos, sociedades fuertes y consistentes. La unión entre un hombre y una mujer, lugar ecológico donde se acoge la vida, constituye la base sobre la que se fundamenta la familia, es el cimiento para una maternidad compartida, responsable y llena de sentido y, finalmente, es el soporte imprescindible sobre el que se afianza la educación de cada uno de los hijos.

 

El inicio del curso escolar marca una nueva etapa. El final del estío viene sellado por equinoccio de otoño; se cierran las ventanas abiertas al sol y nos refugiamos en el calor del hogar. La familia es y será siempre la mejor apuesta de futuro, sin ella todo lo que se construya será como una casa edificada en el arenal del cauce de una rambla de la costa mediterránea.

 

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